domingo, 29 de marzo de 2009

Ausencias. (4)


"La división entre un día y el siguiente debe ser una de las peculiaridades más profundas de la vida en este planeta. Se trata, en general, de una medida beneficiosa. No estamos condenados a vuelos sostenidos del ser, sino que podemos refrescarnos continuamente con breves vacaciones de nosotros mismos. Somos criaturas intermitentes, cayendo siempre en pequeños finales y remontándonos a pequeños comienzos. Nuestra conciencia, tan pronto fatigada, se distribuye por capítulos, y suele ser cierto, para comodidad o incomodidad nuestra, que el mundo aparecerá mañana distinto por completo. Qué maravilloso también que la noche se adapte al sueño, dulce imagen de él, tan acertadamente asignada a nuestra necesidad. Los ángeles deben pasmarse ante estos seres que con tal regularidad caen de su estado consciente en la oscuridad infestada de fantasmas. Ningún filósofo ha podido explicar nunca cómo nuestras frágiles identidades salvan esos vacíos."

Iris Murdoch. El príncipe negro.