martes, 9 de junio de 2009

Un bucle.


En las últimas semanas parecía estar viviendo como en un bucle del que -aunque tenía fecha exacta de caducidad- llegué a pensar que no iba a poder escaparme. No al menos indemne. Hacía, hacía y hacía para acabar volviendo al punto de partida en las mismas condiciones que la primera vez en que empecé a rodar el círculo. Que no se ampliaba, aunque tampoco disminuía. Hace un par de horas al fin, aún sin haber cumplido realmente ningún objetivo, he visto dibujada la salida y la he alcanzado a trompicones. Me he ganado un día de descanso.

sábado, 6 de junio de 2009

Un huevo.


Mañana voy a estar presidiendo una mesa electoral. Aunque no por desinterés, no he seguido la campaña de estas elecciones para Europa, pero tengo entendido que ha sido más bien nefasta. Como me parece que suelen serlo cuando en ellas lo único que importa es que los líderes de los partidos puedan hacer una demostración de poderío en el momento en que empiezan a conocerse los resultados.

He visto esta viñeta en el Levante, diario de este País (Valenciano, aunque podría ser de Nunca Jamás) que, además de hacerme sonreír, me ha parecido una manera muy sutil de expresar esa misma idea. No sé si más gente lo habrá entendido como yo, pero a mí la verdad es que me ha quedado muy claro. Que te quiero un huevo, amiguito del alma...

jueves, 4 de junio de 2009

Me he gustado.


Esta mañana me he levantado satisfecha y me he gustado mucho. Tenía que pagar el alquiler del piso y acababa de caer en la cuenta de que con este recibo ya son veinticuatro. Dos años. A pesar de que en cierta manera aún queda el regusto amargo del fracaso, lo que he sentido me ha gustado.