Tras una larguísima semana en el infierno y otra no menos larga de imprescindible recuperación, empiezo a agarrarme de manos, pies, uñas y dientes a la rutina, a la cotidianeidad. Intento seguir manteniéndome a flote aunque todavía es pronto para empezar a nadar. Supongo que lo haré en cuanto sepa qué dirección es la que más me conviene. No puedo arriesgarme porque no soportaría volverme a ahogar.
Escribo mucho, a mano, hasta que se me agarrotan tanto la muñeca y los dedos que soy incapaz de sujetar el bolígrafo. Todo ello, sin embargo, es rotundamente impublicable, no tanto por demasiado privado sino más bien por brutal, por obsceno incluso. Y porque no permanece. Cada noche, antes de sedarme después de un baño purificador, enciendo una hoguera para quemar todo rastro. No me reconozco y no lo quiero guardar. De esas cenizas nada renace. Lo mejor es que yo me voy desprendiendo, capa a capa, de algo que ya me estaba sobrando.
Y que duele. Y que posiblemente cura.
Escribo mucho, a mano, hasta que se me agarrotan tanto la muñeca y los dedos que soy incapaz de sujetar el bolígrafo. Todo ello, sin embargo, es rotundamente impublicable, no tanto por demasiado privado sino más bien por brutal, por obsceno incluso. Y porque no permanece. Cada noche, antes de sedarme después de un baño purificador, enciendo una hoguera para quemar todo rastro. No me reconozco y no lo quiero guardar. De esas cenizas nada renace. Lo mejor es que yo me voy desprendiendo, capa a capa, de algo que ya me estaba sobrando.
Y que duele. Y que posiblemente cura.
6 comentarios:
Ánimo, memoria. Mucho ánimo.
Seguro que eres fuerte y sales a flote.
Se te echaba de menos, es cierto. Pero tranquila. Sabes que siempre te esperamos, así que cuando vayas pudiendo...
Besazos.
:-* :-)
Ni lo dudes.
Besos
después de leerte..., como si me quedara en suspensión...me gusta tanto lo que se expresa con fuerza...
pero es casi un sarcarsmo decírtelo por el dolor que hay detrás o con esa fuerza...
pues me quedo con la palabra fuerza, quien la tiene sale siempre a flote y renace incluso de las cenizas.
Ya está dicho.
Besos y mucho ánimo.
Si pica, cura. Las abuelas nunca mienten.
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