lunes, 21 de julio de 2008

Setenta y ocho.


Bajando las persianas se consigue envolver la casa en una penumbra refrescante y tranquilizadora. Ahora que las temperaturas suben minuto a minuto, es imprescindible ponerse a salvo. No sólo huyendo del sol, sino -lo más importante- refrescándose tanto por fuera como por dentro. Una de las formas más sabrosas, y al mismo tiempo hidratantes, es consumir zumos fresquitos de diferentes frutas y verduras.

Hoy te propongo uno de los que a mí más me gustan, con tomates muy maduros y una ramita de apio. No sólo es delicioso sino que además prepara la piel para conseguir ese bronceado que te reporta buen aspecto durante todo el año. Y es tan sencillo como triturar juntos los tomates y el apio, tamizar, salar apenas, mezclar con unos cubitos de hielo y beber muy fresquito.

2 comentarios:

violetazul dijo...

mmmm
de solo leer ya refresca
mil gracias por estas recetillas tan apañadas que nos pones!
besos

CarmenS dijo...

A mí me faltaría la buena mano y la delicadeza que emanan tus recetas. Pero habría que intentarlo