Bajando las persianas se consigue envolver la casa en una penumbra refrescante y tranquilizadora. Ahora que las temperaturas suben minuto a minuto, es imprescindible ponerse a salvo. No sólo huyendo del sol, sino -lo más importante- refrescándose tanto por fuera como por dentro. Una de las formas más sabrosas, y al mismo tiempo hidratantes, es consumir zumos fresquitos de diferentes frutas y verduras.
Hoy te propongo uno de los que a mí más me gustan, con tomates muy maduros y una ramita de apio. No sólo es delicioso sino que además prepara la piel para conseguir ese bronceado que te reporta buen aspecto durante todo el año. Y es tan sencillo como triturar juntos los tomates y el apio, tamizar, salar apenas, mezclar con unos cubitos de hielo y beber muy fresquito.
2 comentarios:
mmmm
de solo leer ya refresca
mil gracias por estas recetillas tan apañadas que nos pones!
besos
A mí me faltaría la buena mano y la delicadeza que emanan tus recetas. Pero habría que intentarlo
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