lunes, 24 de noviembre de 2008

La mañana es gris y fría.


Hoy es lunes, son las 9 de la mañana y no he de ir a la oficina.

Me quedaban cinco días de vacaciones y el año se acaba, así que decidí tomarme esta semana -que es la de mi cumpleaños- e intentar hacer esas cosas para las que últimamente me falta tiempo. Hoy meri ha fingido un terrible dolor de tripa para quedarse en la cama conmigo y eso me ha obligado a cambiar un poco los planes. Porque anoche vino tan alterada que yo voy a fingir que me lo he creído y a tenerla todo el día en tratamiento. He de tachar, pues, la visita al mercadillo, que lo era con una doble intención. Y el chocolate con churros en la terraza de Valor, destruyendo puentes y levantando barricadas.

Esta pasada madrugada los vecinos de arriba discutían en voz tan alta que de alguna manera me vi involucrada en sus problemas. Que vinieron a sumarse a los míos propios, por lo que he tenido una amarga noche de insomnio sin ánimos ni para salirme del cobijo del edredón.

La mañana es gris y fría. A juego con mi propio despertar.

2 comentarios:

Isabel dijo...

Por qué será mejor no hacer nunca planes;no imaginar tanto,si sabemos que al final nunca nos sale nada tal y como nos apetecía...
Hay que tomarse las cosas con cierta dosis de benevolencia,así las mañanas grises y frías se acaban volviendo algodonosas.
Pon una sonrisa donde no la veas,por si acaso hace falta...
Felicidades para uno de estos días,amiga mía.
Mi abrazo.:-)

Anónimo dijo...

Mi lector de Feeds debe haberse vuelto loco, porque hoy me ha avisado de que tenías 4 entradas nuevas. Así que vengo y me encuentro con que de nuevas, nada :(

Siento el retraso, pero FELICIDADES :)

Qué bien sientan unos días de relax.