Un año y dos meses después, de una manera inesperada, he recibido una visita del pasado. "Estás más gorda", me ha dicho después de darme dos besos. "Soy más feliz", le he respondido. Y es cierto. En los tres últimos meses me sienta bien todo lo que como, todo lo que duermo, gran parte de lo que sueño, casi todo lo que vivo. Y eso, que no lo dude nadie, engorda.
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6 comentarios:
Y quien lo cuestione, que se cocine en su vino.
Bien hecho! :)
Si te lo ha dicho en plan cariñoso, la respuesto le habrá gustado. Si era una crítica, ¡que vaya aprendiendo con quien se las juega!
Fantásticos y benditos los kilos que se cogen gracias a la serenidad.
Me alegro mucho por ti, aunque seguro que los kilos que hayas cogido no serán tantos como los de las entrañables boteritas...
Seguramente no son kilos de más, son kilos de salud, y eso vaya donde vaya, es bueno!
Ojalá yo pudiera engordar unos pocos!
Besos guapa!
Hola Memoria,
Sencilla y llanamente espectacular.
Que bueno !!!!
Anda que a la visita eso de decirle que eras más feliz le deberia fastidiar...........
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