viernes, 1 de agosto de 2008

Ochenta y cinco.


Las vacaciones significan, ante todo, que el lunes no va a sonar el despertador.

Desde hace unas horas, último fichaje antes del uno de setiembre, estoy de vacaciones por segunda vez en lo que va de año. Para celebrarlo no he venido directamente a casa, sino que, por el camino, me he dado un homenaje en forma de pescado en el restaurante de la esquina. Apenas es la tercera vez que voy y ya me han adoptado casi como clienta habitual. Pescado fresco y frito en su punto, trato exquisito, termostato regulado en el grado exacto, cerveza fría sin tener que pedirla, atención personalizada, café del tiempo con su rodajita de limón, conversación agradable...

Vacaciones, por fin, vacaciones.

3 comentarios:

Carlos C. dijo...

Que usted las disfrute :)

horabaixa dijo...

Hola Memoria,

Suerte que ya he cenado. Yo también estoy desde hoy de vacaciones, y el homenaje ha sido un vermout con los compis de trabajo. Nos ha dado ese toquecito alegre.

Que las disfrutes

Anónimo dijo...

Hay pocas cosas mejores que el primer día de vacaciones. Ahora que todo son propósitos de descanso y de relajación y de vida.
Disfrútalo mucho, vive cada momento y siente que estás viva. Seguro que también, y gracias a eso, te sientes feliz.
Todos los besos