Visto desde casa unas horas después de haber fichado empiezo a vislumbrar que ha sido cierto. Que había en juego, además de una mesa, un pecé y una ventana, una especie de reconocimiento profesional. Y por lo visto yo, que en ningún momento me he sentido involucrada, que ni siquiera he sabido que alguien estaba peleando -en mi contra- por esa mesa, ese pecé y esa ventana, podía cantar victoria. Pero no lo voy a hacer porque mañana será otro día en el que alguien posiblemente querrá que continúe el enfrentamiento. Aunque sea, como hoy, con pocas palabras y demasiados gestos.
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3 comentarios:
Lo bueno de ir teniendo sabiduría es que es ella precisamente la que te permite ignorar las cosas...
Tranqui. Tú estás por encima de cualquier conflicto, de cualquier batalla. Ya iremos a las barricadas cuando merezca la pena... (cuando nos metan las 65 horas, por ejemplo...)
veces somos el centro de un tornado, y ni siquiera nos despeinamos, más que nada porque no somos conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor.. me pregunto, si esta capacidad de aislarnos, nos beneficia más que nos perjudica.
Tu mañana vístete de fuerte, y que la batalla la libren otros!
Tengo la vichysoise en la nevera, y las cebollas caramelizandose..
Hoy recetas de Memoria!
Besos
Hay que afrontar las batallas sin dejaron en ello la piel y la salud. No bajar la guardia pero no encorajinarse de tal forma que el cuerpo se rompa. No es una idea mía, es prestada, pero puede valer a cualquiera.
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